PRINCIPALES DESARROLLOS
PSICOTERAPEUTICOS DEL ENFOQUE HUMANISTA- EXISTENCIAL
PSICODRAMA
nventado
por Jacob Levy Moreno, reputado psiquiatra rumano fallecido en 1975, el
psicodrama es un instrumento sumamente eficaz en psicoterapia para profundizar
en el malestar emocional de los sujetos. Entendido por su creador como un
método de diagnóstico y también de terapia, es actualmente una herramienta útil
tanto en tratamientos individuales como grupales.
Uno
de los principales beneficios de este método psicoterapéutico es que se
adapta perfectamente a las necesidades y problemas de cada paciente. En
palabras de su inventor, el psicodrama representa «el punto decisivo en el paso
del tratamiento del individuo aislado hacia el tratamiento del individuo en
grupos, del tratamiento del individuo con métodos verbales hacia el tratamiento
con métodos de acción».
Al
ser un tratamiento personalizado, podemos distinguir varios tipos de
psicodrama. De este modo, puede desarrollarse un psicodrama grupal,
en el que la representación contará con la colaboración de varias
personas; individual, en el que el director del psicodrama centrará su
atención en el problema y la representación imaginaria del mismo, o
bipersonal, en el que únicamente aparecen el paciente y el psicoterapeuta.
Debido
a la singularidad de este tipo de terapia, el profesional que la lleve a cabo
debe estar formado en psicoterapia y psicodrama, especialidad reconocida por
agrupaciones colegiadas como el Colegio de Psicólogos de Madrid, por ejemplo.
¿Cómo
se desarrolla el psicodrama?
La
especificidad de este método psicoterapéutico radica en el empleo de
elementos de la representación teatral para recrear los problemas e inquietudes
emocionales del paciente y reflexionar sobre ellas. Tres son las fases en las
que puede articular cada sesión de psicodrama, a saber:
Caldeamiento
o calentamiento: Durante esta fase el director del psicodrama realiza una
introducción sobre lo que se va a representar, a la par que crea el clima
necesario para que la terapia se desarrolle de manera efectiva. Dependiendo de
cómo se lleve a cabo esta fase y del papel del sujeto protagonista en ella,
podremos distinguir entre caldeamiento grupal o protagonista; este último
puede ser, a su vez, específico e inespecífico, en función de cómo se
presente el tema de la terapia.
Dramatización: Sería
el acto propiamente dicho, la fase en la cual se plantea el problema con la
ayuda de los demás personajes, que realizan la correspondiente interpretación.
El protagonista representa lo que le ha sucedido, empleando también recursos
como los gestos y el propio lenguaje corporal. No se trata de hablar de su
problema, sino de representarlo. Para ello, puede elegir hacerlo desde una
perspectiva descriptiva, demostrativa, expresiva, etc.
Comentarios
o eco grupal: Es quizá esta fase la de mayor trascendencia, ya que en ella
el protagonista explica cómo se ha sentido y escucha los distintos puntos de
vista de sus compañeros, tanto de los personajes que han representado con él la
escena como de los que la han visto como simples espectadores.
Dependiendo
del tipo de paciente, el psicodrama empleará unos recursos u otros. Por
ejemplo, en el caso de psicodramas infantiles, el director puede hacer uso
de marionetas, títeres, disfraces, animales, fábulas, etc. En el caso de
los adultos, las técnicas más empleadas son el soliloquio, el intercambio
de roles y el espejo, en el que el paciente se ve representado por otro
protagonista.
Beneficios
del psicodrama: ¿En qué casos funciona?
El
psicodrama le ofrece al paciente la oportunidad de reflexionar sobre su
problema y de explorar sus causas. El sujeto se convierte en una
parte activa del tratamiento, ya que es plenamente consciente de su trastorno y
participa en su análisis y solución.
Además,
el lenguaje corporal y los gestos que emplea el protagonista durante la dramatización
son analizados por el director, que los incorpora a la terapia para que ésta
resulte más efectiva.
El
psicodrama es una terapia que puede emplearse para tratar distintos problemas
emocionales, como ansiedad, depresión, baja autoestima, problemas de
timidez, etc. Igualmente es útil para personas con trastorno del sueño o
pacientes con trastornos obsesivos compulsivos.
También
funciona muy bien para sujetos que tengan trastorno de personalidad o con
problemas psicóticos. Pero es especialmente efectivo en personas que
sufren estrés postraumático, bloqueos emocionales, represión, traumas.
PSICOLOGIA DE LA GESTALT
a psicología de la Gestalt (también psicología
de la forma o psicología de la configuración) es una corriente de
la psicología moderna, surgida en Alemania a principios del siglo XX, cuyos exponentes más reconocidos fueron los
teóricos Max Wertheimer, Wolfgang Köhler, Kurt Koffka y Kurt Lewin.
El término Gestalt proviene
del alemán, fue introducido por primera vez
por Cristian Von
Ehrenfels y puede traducirse, aquí, como "forma",
"figura", "configuración", "estructura" o
"creación".1
La mente configura,
a través de ciertos principios descubiertos por esta misma corriente, los
elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales (percepción) o de la memoria (pensamiento, inteligencia y resolución de problemas).
En la experiencia que tiene el individuo en su interacción con el medio
ambiente, esta configuración tiene un carácter primario sobre los elementos que
la conforman, y la suma de estos últimos no podría generar por sí sola la
comprensión del funcionamiento mental. Este planteamiento se ilustra con
el axioma que dice:
El todo es mayor que la suma de las partes.
Con él se ha identificado con mayor
frecuencia a esta escuela psicológica. El axioma pretende explicar que la
organización básica de cuanto percibimos está en relación con una figura en la
que nos concentramos, que a su vez es parte de un fondo más amplio, donde hay
otras formas. En otras palabras, todo lo percibido es mucho más que información
llegada a los sentidos.
En la década de 1930, se generalizaron las críticas a las
afirmaciones de la Gestalt, y
entre tales críticas destaca sobre todo la realizada por la llamada psicología de la
Ganzheit, encabezada por Felix Krueger.
La escuela de la Gestalt
Dos universidades fueron las que obtuvieron
los primeros resultados experimentales. Por una parte, estaba la escuela de Graz; por
otra, la de Berlín. La escuela
de Graz propuso la teoría de la producción, que consideraba la cualidad
Gestalt, es decir, la forma o todo, como el producto de un acto perceptivo. Por
otra parte, la escuela de Berlín demostró que la Gestalt viene dada de forma inmediata; no es producto de
la percepción, sino que, por el contrario, la percepción es producto de la
Gestalt. La veracidad de esta afirmación quedó demostrada con el movimiento
aparente, con la presentación de dos fenómenos en distintos tiempos.
Los tres psicólogos iniciadores de esta corriente, Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka, desarrollaron las primeras investigaciones de la
Gestalt a principios de la década de 1910, y lo hicieron trabajando sobre el movimiento
aparente y dando lugar a la teoría del fenómeno phi, una ilusión óptica de nuestro cerebro que hace
percibir movimiento continuo en donde hay una sucesión de imágenes
LOGOTERAPIA
Después
del psicoanálisis de Freud y la psicología individual de Alfred Adler, la
logoterapia es la "tercera escuela vienesa de psicoterapia"
desarrollada por el neurólogo y psiquiatra, Viktor Frankl. “Logo” en griego
significa sentido-significado, y “terapia” significa tratamiento-cuidar.
La Logoterapia es la terapia en base al sentido,
es la propuesta definida por Frankl como “Sanar a través del sentido”. Sanar,
cuidar, acompañar, guiando a la persona que consulta a que descubra el sentido
en su vida, lo que implica también el sentido en cada momento de su vida.
Frankl consolida un sistema propio de Estudio y Terapia del Ser-Humano
denominado Logoterapia y Análisis Existencial integrando elementos científicos,
médicos, psicológicos, psicoanalíticos, terapéuticos y antropológicos. Él decía
que el ser humano está en permanente búsqueda de sentido y que el mismo es
encontrado a través de los valores, a través del dar, del recibir y del
aprender de las situaciones límite, por las que muchas veces nos vemos
sorprendidos. Hay veces que nos es fácil encontrar el sentido a lo vivido, cuando
el momento es placentero, es sencillo decir que vale la pena esto que estamos
viviendo; pero ¿qué pasa cuando nos vemos atravesados por el dolor? Es allí
cuando aparecen cuestionamientos existenciales como “¿Para qué estoy vivo?”,
“¿qué sentido tiene mi vida?”, “¿por qué me pasa esto?”, “¿qué sentido tiene
vivir así (mutilado, enfermo, sin esa persona que tanto amaba)?”.
Cuestionamos
a la vida cuando es ella en realidad la que nos está cuestionando a nosotros,
preguntándonos: ¿Cuál es la actitud que debés tomar frente a esto que te está
pasando?” Dentro de sus conceptos, Frankl incluye, a diferencia del resto de
los teóricos de la psicología, incluso los humanistas, el aspecto doloroso de
la existencia como algo intrínseco a nuestra naturaleza humana y como
oportunidad de desarrollo, aprendizaje y sentido. Para comprender un poco más…
en un principio escribe acerca del ser humano y el sentido, pero durante la
Segunda Guerra Mundial (1942) es deportado a los campos de concentración nazis
y vive el Holocausto. Durante esa experiencia, debió validar su teoría ya que
allí no sólo perdió a su madre, padre, hermano, cuñada, y esposa embarazada,
sino que también se vio despojado de su profesión, de sus pacientes, de su
querido hospital, su hogar, sus pertenencias, incluyendo el manuscrito que
estaba a punto de publicar… ¿qué sentido tendría la vida ante tantas pérdidas?
Todo su sentido anterior estaba perdido en ese momento y apareció un nuevo
sentido: ¡Sobrevivir! Frankl consideraba haber podido sobrevivir más que nada
porque le supo dar un logos, un sentido-significado, a su existencia. De su
experiencia da cuenta en el libro El hombre en busca de sentido.
Algunas frases relacionadas con la
Logoterapia: “Quien tiene un por qué para vivir, es capaz de soportar casi cualquier
cómo” Nietzsche “No hay ninguna situación en la vida que carezca de sentido,
incluso los aspectos aparentemente negativos de la vida pueden llegar a
convertirse en algo positivo cuando se afrontan con la actitud correcta” Frankl
“El hombre es hijo de su pasado, pero no
esclavo de su pasado y es padre de su porvenir” Frankl
Carl
Rogers es uno de los teóricos, terapeutas e investigadores más influyentes
en psicología. Su enfoque de terapia consiste en permitir que el paciente, que
él prefiere llamar cliente, tenga el control de su propia terapia.
Originalmente, él lo llamó terapia no directiva, porque creía que el terapeuta
debe mantenerse alejado de tratar de ayudar activamente al cliente. En cambio,
el terapeuta debe ser un comprensivo ayudante que escucha.
La
terapia centrada en el Cliente
Escuchar
es una de esas habilidades que todo el mundo piensa que tienen, pero pocos lo
hacen en realidad. Rogers introdujo una "técnica" conocida como reflejo:
El terapeuta escucha al cliente y "refleja" los pensamientos y
sentimientos significativos diciendo al cliente lo que les oyó decir.
Algunos
terapeutas hacen esto de una manera mecánica, lo que los hace sonar como loros
con un grado de psicología, pero eso no es lo que Rogers deseaba. Debe ser una
auténtica comunicación de comprensión y preocupación. Hoy en día, el reflejo es
sólo una parte de lo que se denomina la escucha activa. Rogers cree que el
trabajo del terapeuta no es tanto hacer esto o aquello, sino "estar"
de cierta manera para el cliente. Él habla de tres cualidades que el terapeuta
debe exhibir durante las sesiones de terapia:
Él
o ella deben ser congruente. Básicamente, esto se reduce a ser honesto, no
ser falso. Rogers estaba preocupado en particular de que el terapeuta debe ser
honesto en lo que respecta a sus sentimientos. Sintió que los clientes siempre
pueden decir cuando estás fingiendo, por lo que con el fin de generar confianza
en la relación terapéutica, la congruencia es una necesidad.
Él
o ella debe ser empático. El terapeuta debe ser capaz de identificarse con
el cliente, entendiéndolos no tanto como psicólogo sino como una persona que
también ha visto parte de sus problemas. El terapeuta debe ser capaz de mirar a
los ojos del cliente y verse a sí mismo. La escucha activa es la forma en que
el terapeuta puede mostrar que él o ella está tratando realmente entender al
cliente.
Él
o ella debe mostrar al cliente una consideración positiva incondicional.
Esto no significa que el terapeuta tiene que amar al cliente, o incluso como
ellos. Significa que él o ella debe respetarles como ser humano, y no
juzgarles. Esta puede ser la cosa más difícil de hacer para un terapeuta, pero
Rogers cree que sólo sintiendo respeto puede mejorar un cliente.
Relaciones
de asesoramiento igualitario
En
teorías anteriores, el terapeuta estaba automáticamente en una posición
"única" en la relación terapéutica. Piense en un subibaja donde el
terapeuta está más arriba que el cliente. Hay un "experto" inherente
en la relación de asesoramiento. Rogers promovió una relación más
igualitaria entre el psicólogo y el cliente. Ahora el psicólogo y el paciente
en el subibaja podrían mirarse directamente. Rogers fue también uno de los
primeros terapeutas en usar el término "cliente" en lugar de
"paciente".
Referencias:
Referencias:
Sinay, Sergio;
Blasberg, Pablo (1995). Gestalt para principiantes. Buenos Aires:
Era Naciente SRL.
Perls, Fritz
(2002). Sueños y existencia: Terapia gestáltica. Cuatro
Vientos.
Latner, Joel (1994). Fundamentos
de la Gestalt. Cuatro Vientos.




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